¡Hola!
Con 4 años les dije a mis padres que de mayor quería ser directora de orquesta, que me apuntasen a música que quería ir al conservatorio.
Y así fue todo, excepto lo de convertirme en directora de orquesta.
A las puertas de pasar al superior, pensé que dedicándome a la música iba a morir de hambre y decidí estudiar ingeniería industrial.
Ilusa de mí.
Nunca dejé de lado la música, excepto en mis años de Willy Fog entre Italia, Madrid, Barcelona, y un sin fin de mudanzas y cambios de ciudad. Pero entre viajes, trabajos, trabajar en mí y mucha mucha curiosidad y amor por mi vida, descubrí que, ni la ingeniería ni la música me eran suficientes; me di cuenta de que me gustaban muchas cosas, se me daban bien otras tantas y que me gustaría aprender otras tantas también.
¡Necesitaría muchas vidas para explorar todo lo que me gusta!
Me tiré años dandole vueltas al dichoso propósito que nos quieren vender como si fuera el santo grial y después de un tiempo de trabajo interior deje de angustiarme por tener que etiquetarme con una profesión o tener una respuesta corta al típico "¿y tu a qué te dedicas?", pues yo no la tenía, y si la tenía nadie era capaz de entenderme en una simple frase.
En cuanto al propósito, si hay que decir algo entorno a él, para mi es vivir de manera coherente a mí, a mis valores, a mi ser. Y eso me da paz, y me da energía y ganas de seguir haciendo aquello que me llena.
Entre mis años en Italia, y un master post carrera, descubrí el diseño estratégico, allá por el 2015 cuando en España, aún no había oído hablar de experiencia de usuario, diseño centrado en las personas, diseño de servicios, etc. Esto me abrió un mundo, y me hizo poner un pie en la consultoría, donde, tanto tantísimo he aprendido sobre el mundo empresarial y las personas. Quizás los mayores aprendizajes y herramientas me las dio mi experiencia en consultoría, que unida a mis años en Eroski ha hecho que tenga una visión 360º de los retos que afrontan las empresas hoy en día.
Tras años dandole muchas oportunidades al trabajar por cuenta ajena e ir en contra de lo que me hace bien, decidí dar el salto al vacío, y hacerme autónoma. No sabía como iba a hacerlo, pero sabía que quería hacerlo y con eso era suficiente para empezar.
Necesitaba encontrar una forma de trabajar que me permitiera entrenar como me gusta, salir a caminar a la naturaleza, dedicarme a diferentes proyectos que nutran mi mente inquieta y curiosa, codearme con gente diferente y diversa, tener tiempo para la música, que en estos momentos me tiene inmersa en aprender a pinchar, y vivir desde dónde y cómo quiera.
Hasta ahora, no puedo más que estar agradecida de los proyectos que he encontrado y las personas que me han dado la oportunidad.
Si tuviera que explicar lo que hago en estos momentos, diría que: un mix entre aprender a pinchar, tocar en eventos (¡si! tengo un dúo con mi compi de conservatorio; ¡tantos años de estudio no podían quedar en nada!; si te interesa echar un ojo a lo que hacemos pincha aquí) y trabajar en diversos proyectos que vayan en sintonía con lo que sé hacer, y en lo que puedo aportar; dar clases en la universidad sobre desarrollo de negocio, y como no, viajar y explorar nuevas realidades.
Así que, si has llegado hasta aquí, enhorabuena por la paciencia y gracias por leerme.
Y si quieres saber más, siempre puedes contactar conmigo pinchando aquí abajo.